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Una secuencia de espacios luminosos, permeables y relacionados con su entorno que aportan una experiencia de compra atractiva.
El Mercado Municipal es el punto de partida de un nuevo nodo de equipamientos situado en un punto céntrico de Calafell Playa para la población creciente de esta villa. Un nodo que se ordenará a partir de una guardería, un CEIP, un Centro Cívico y una Biblioteca y pretende transformarse en un pulmón cívico y social de Calafell.
Calafell es un municipio de la costa catalana que tiene su población dividida en dos núcleos urbanos, uno histórico y fundacional, alejado de la costa y con un uso ocupacional constante y otro junto al mar, fruto del crecimiento turístico y con una ocupación máxima tan solo en los meses de verano. Esta estructura social y urbana ha determinado históricamente la implantación territorial de los equipamientos e infraestructuras municipales. Esta situación, sin embargo, ha ido evolucionando y en la actualidad el núcleo costero se ha consolidado como zona de primera residencia y, por tanto, de ocupación constante, lo que ha propiciado la revisión del mapa de inversiones municipales con el objetivo de equilibrar la dotación de equipamientos entre ambos sectores.
En el marco de esta revisión elaboramos en 2007 un plan para la implantación de un polo dotacional en un área estratégicamente situada entre ambas conurbaciones. El plan contemplaba la construcción de un mercado, una guardería, un CEIP, un centro cívico y una biblioteca. Asimismo, integraba al conjunto el edificio del antiguo mercado, al que se le daba un nuevo uso y una zona de estacionamiento de vehículos. La crisis económica obviamente ralentizó la operación, pero en 2011 se retomó la iniciativa con la construcción del mercado, como primer paso hasta completar el tejido de equipamientos proyectado.
La organización funcional del mercado viene determinada, por un lado, por el estudio de movilidad que prevé una doble accesibilidad, desde el Passeig de la Unió y desde la nueva plaza y, por otro, por los dos programas comerciales que coincidirán en él, los paradistas, con un sistema de venta de pequeños puestos individuales y el supermercado organizado como un recinto cerrado con entrada y salida única.
El mercado así planteado se organiza a partir de un gran eje central que une ambos accesos, dejando a un lado las paradas, organizadas en calles y a otro el supermercado. Este eje se entiende como una calle que permite a los peatones cruzar el equipamiento de este a oeste, siendo a su vez el espacio dotado de mayor altura y singularidad gracias a un gran lucernario longitudinal que lo recorre. Este lucernario de 9 metros de altura aporta luz natural y ventilación. En el exterior el lucernario adquiere un gran protagonismo al convertirse en sus extremos en las marquesinas semicirculares que hacen de porche de entrada a cada uno de los accesos al eje central.
En el exterior se ha tenido especial interés en situar aquellos programas que generan actividad como paradas exteriores, cafetería etc. en la zona que da a la plaza pública. Constructivamente hemos apostado por la prefabricación en la estructura y por los materiales industrializados, como la chapa de acero ondulada en las fachadas exteriores o los prefabricados de hormigón con relieve ondulado, utilizados como zócalo del edificio.