Se propone una nueva estructuración de los espacios verdes, con una gran reserva de zona verde litoral, que permite recuperar las dunas litorales, y un corredor verde vertical que favorece la conectividad ecológica entre estas y las pinedas litorales del interior del sector. Para conseguir éstas zonas verdes generosas, se propone una reducción de suelo privado y edificabilidad con respecto al planeamiento vigente de 1990
Además, se mantienen los viales ya existentes del lugar, se proponen derribar algunos de los existentes y no se crean nuevos, de modo que se pueda conservar el máximo de la pineda existente y reducir la demanda energética y los derribos en la fase de construcción. También se propone derribar los edificios de la franja costera de manera que se mantiene y potencia la propuesta de recuperar la totalidad del frente dunar.
Los equipamientos propuestos se organizan alrededor de las nuevas zonas verdes, creando un sistema de parques y equipamientos continuos. Por otra parte, los suelos privados se agrupan en continuidad con los suelos urbanos ya consolidados de la zona, evitando la fragmentación del suelo privado.
Se proponen edificaciones sin sótanos, con estructuras palafíticas que no modifiquen la topografía del lugar y con una huella sobre el terreno muy reducida. La ordenación de la edificación propuesta, orientada a sur y con separaciones generosas entre edificios, asegura una correcta iluminación y ventilación de las futuras viviendas, aportando confort térmico y reduciendo la futura demanda energética de éstas en su vida útil.