Ordenación Batlló-Magòria en Barcelona
Un gran parque estructura la transformación urbanística de este antiguo recinto industrial y la recuperación de sus edificios históricos como equipamientos.
La propuesta consigue derribar los muros y abrir el recinto al barrio en condiciones seguras y accesibles, introduciendo vegetación en lo que era un lugar inerte y dotándolo de la infraestructura de servicios necesaria para posibilitar la utilización de naves y otros espacios por parte de la ciudadanía.
El recinto industrial de Can Batlló cuenta con una superficie de 9 hectáreas en el coro del barrio de La Bordeta. Entró en funcionamiento como fábrica textil en 1880. Pocos años después, durante la Exposición Universal, ya contaba con 30.000 husos y 700 telares mecánicos y ocupaba más de 900 trabajadores. Fue, junto con el Vapor Viejo y el Vapor Nuevo (España Industrial), uno de los principales motor económicos que dinamizaron la transformación urbana de Sants a finales del siglo XIX.
Con la crisis del textil, la fábrica se transformó en un conjunto de almacenes y talleres alquilados además de 200 pequeñas empresas transformándose en una verdadera ciudad de los oficios que se mantuvo en plena actividad hasta finales del siglo XX.
Al tumbando de siglo, con la actividad del recinto en clara decadencia y en plena efervescencia inmobiliaria, se puso en marcha el proceso de transformación del sector. El propio PGM del año 1976 ya lo definía como una gran zona de equipaciones y espacios verdes dentro de un barrio de altísima densidad y con graves carencias de este tipo de espacios. El año 2008, se aprobó el planeamiento y el proyecto de urbanización que tenían que permitir el cambio, no obstante, la crisis inmobiliaria sobrevenida frenó repentinamente y de manera indefinida su desarrollo.
Finalmente, después de 3 largos años de reivindicaciones sociales para poner en marcha el cambio, una plataforma vecinal accedió al recinto el 11 de junio de 2011 a las 11:00h, con el objetivo de organizar unas jornadas lúdico-reivindicativas con el ánimo de iniciar, aunque fuera por sus propios medios, el proceso de recuperación del sector hacia el barrio.
La propuesta parte de un encargo municipal, consecuencia de este empujón ciudadano y de definir las actuaciones provisionales que permitieran abrir el sector a la ciudad. Desarrollar una propuesta de urbanismo táctico, que aún con la carencia de medios económicos, consiguiera un cambio real y tangible del sector.
A pesar del alto valor patrimonial del conjunto, el estado previo del recinto no presentaba las condiciones de seguridad y accesibilidad requeridas. Aun así, la urbanización del conjunto no estaba preparada ni equipada, obviamente, por el uso social y de ocio de los ciudadanos.
La incertidumbre de los tiempos hace prever que esta actuación pudiera perdurar de manera indefinida y en consecuencia, muchas de las decisiones y estrategias están concebidas para ser durables, e incluso definitivas, pudiéndose completar con futuras actuaciones complementarias.
La voluntad de la propuesta es definir un modelo alternativo de desarrollo del sector, adaptado a las circunstancias económicas de los tiempos y tomando en consideración el papel transformador de unas entidades y movimientos vecinales altamente proactivos.Mario Súñer DíazArquitecto / Vicedirector del departamento de Paisaje / Senior Associate
La definición del nuevo modelo parte de una decisión inicial de no actuar a la totalidad del ámbito. Se define una estructura básica, funcionalmente acabada, que pueda ser complementada posteriormente en función de las circunstancias y las necesidades.
Este modelo alternativo es basa en:
– Plantear una estructura de recorridos basada en la red de calles preexistentes. Esta se relaciona y conecta con las diferentes vertientes del barrio, reutilizando las puertas originales de la fábrica, creando de nuevas y generando pequeñas plazas a los accesos.
– Generar un sistema de parcelas gracias al trazado en malla de los recorridos y a la incorporación de nuevas redes de servicios. Este sistema permite activar y reutilizar las naves y espacios exteriores, desarrollando varias iniciativas para mirar de suplir las carencias de equipamientos y espacios libres durante esta situación transitoria.
– Modificar la dinámica del agua de este sector de gran superficie y altamente impermeable. Potenciando la infiltración al terreno gracias a la permeabilización de más 10.000 m² (25% del ámbito). Los puntos bajos se convierten en nuevos biotopos mediante la construcción de zanjas de retención e infiltración del agua de escorrentía.
– Renaturalizar este ámbito industrial altamente inerte en favor de una mejora de la biodiversidad aprovechando los espacios permeabilizados.
El grueso de las actuaciones se centran en las calles preexistentes y los ámbitos de acceso. Las soluciones empleadas priorizan el uso de sistemas constructivos low-tech, de bajo coste, y fomentan el reciclaje de los propios residuos generados.Mario Súñer DíazArquitecto / Vicedirector del departamento de Paisaje / Senior Associate